Por: Fabiola Ramírez Salas-Linares, columnista de Radiografía Informativa.
Hola queridos lectores, hoy les traigo la última entrega de esta pequeña serie de columnas, donde hicimos un recorrido desde el cortejo hasta el momento de estar cerca, íntimamente. Finalmente llegamos a la zona genital, en primer lugar, de las mujeres.
Hasta este momento ya hicieron un recorrido por todas las zonas erógenas, principalmente las más cercanas a los genitales como los muslos, el abdomen y las caderas que mencionamos la vez pasada, así que hoy, vamos a la zona genital. Recuerden que toda la zona genital está llena de terminaciones nerviosas por lo que es muy receptiva al contacto pero también es muy delicada, así que acérquense, con cuidado y despacio, dejen que la chica se sienta en confianza, que las inhibiciones salgan por la ventana y traten a esta zona con mucha delicadeza.
En la parte más externa, ustedes pueden encontrar los labios mayores, los labios menores y el Monte de Venus, acaricien el Monte de Venus, hagan que el vello púbico se erice. Luego tomen uno de los labios mayores (los más externos) y acarícienlo suavemente, hagan lo mismo del otro lado y repitan con los labios internos, verán que a medida que la mujer se excita más, los labios internos se van hinchando y abriendo de manera que ustedes tendrán una mejor vista de la zona vaginal.
Cuando abran los labios, encontrarán que cada mujer es diferente; exploren los pliegues, acaricien, besen y disfruten de su pareja.
A continuación vayan hacía el clítoris, algunos de ustedes probablemente no sepan donde esta, una manera de encontrarlo es ubicando los labios menores que tienen una apariencia como de pétalos, estos labios se unen en la parte superior, el pliegue que forman al unirse forma, a su vez, el capuchón del clítoris, no replieguen el capuchón del clítoris, ustedes sólo verán la parte superior del clítoris. No vayan directo a él, es la parte más delicada y sensible de la vulva, tiene más terminaciones nerviosas que el glande del pene, así que eso les puede dar idea de lo sensible que es, tengan cuidado. Y les sugiero esta estrategia para acariciarlo:
- Acariciar primero los alrededores de la cabeza del clítoris, haciendo los siguientes movimientos:
- Coloca tu dedo índice sobre el hueso púbico de tu compañera y deslízalo hacia el clítoris sin llegar a la cabeza. De esta manera estarás frotando el tallo del clítoris. Frota con firmeza y suavidad de arriba hacia abajo, y luego de abajo hacia arriba varias veces.
- Frota ahora ambos lados, entre el clítoris y los labios.
- Dibuja círculos a su alrededor, en un sentido y luego en el otro, para así ir despertando la energía sexual y la excitación.
- Presiona con tu mano la zona del clítoris y si esta caricia es bien recibida, presiona suavemente ahora sólo con tu pulgar, sin retirar el capuchón, como si estuvieras tocando el timbre varias veces. Esta sensación puede ser muy agradable para ella.
- Repite las mismas caricias anteriores, pero esta vez en vez de presionar con tu mano o dedo, realiza movimientos vibratorios. Si a ella le gusta esta caricia, permanece un poco más allí, estimulando otras zonas inexploradas del clítoris. Usa distintos dedos, así el efecto vibratorio tendrá variaciones y las sensaciones serán también distintas.
- Aprieta y jala ligeramente el clítoris sin descorrer el capuchón.
- Imagina sobre el clítoris un reloj con manecillas. Con tu dedo medio haz vibrar cada hora del reloj. El cuadrante arriba y a la izquierda (de ella), o sea, a las 2 horas, es el lugar donde sienten más placer la mayoría de las mujeres. Descubre el punto que lleva a tu compañera al éxtasis.
- Haz toques con tus dedos sobre la cabeza del clítoris, haciendo que el capuchón se descorra un poco con tus caricias. Intensifica este movimiento si notas que ella está sintiendo placer creciente.
- Frota con suaves caricias cortas arriba y abajo, y luego prueba con caricias circulares sobre el clítoris.
- Pídele a ella que te muestre otros movimientos que le resulten excitantes.
- Luego puedes recurrir a las caricias como si usaras plumas sobre el clítoris. Puedes alternar estos toques con caricias húmedas con tu pene y lengua.
- A la vez que estimulas el clítoris, puedes realizar movimientos circulares alrededor de la entrada de la vagina. Si la zona se encuentra húmeda, puedes introducir un poco un dedo en la vagina. Si encuentras sequedad, aplícate un poco de lubricante en los dedos. Recuerda que tus uñas deben estar cortas, limadas y pulcras para evitar infecciones y heridas en esta delicada zona.
- Si ella se siente a gusto, puedes introducir más profundamente el dedo. A continuación puedes agregar otro dedo más y explorar todos los contornos internos de la vagina con delicadeza y sensibilidad. Esto les permitirá a ambos reconocer con mayor precisión cuáles zonas vaginales son más sensibles para ella, que cuando se penetra con el pene. Luego, acaricia y estimula la pared anterior de la vagina, donde se encuentra el punto G, a unos 5 centímetros de la abertura. Acaricia también la zona más profunda de la vagina, cercana al cuello del útero, ya que allí también existe una importante área de placer para muchas mujeres.
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