“Hasta los dientes”: una historia de encubrimiento y asfixia social

Por Héctor Trejo S. columnista de Radiografía Informativa.

Javier Francisco Arredondo Verdugo y Jorge Antonio Mercado Alonso dos alumnos de excelencia del Tecnológico de Monterrey, estudiantes becados por la institución son confundidos con sicarios y asesinados por las fuerzas federales en las instalaciones de la opulenta Universidad. Esta es la trama de “Hasta los dientes”, un documental duro y efectivo, que a pesar de las cortinas artísticas y emotivas que el director Alberto Arnaut le imprime a su primera experiencia en el cine, deja en el espectador un sabor amargo por los lamentables hechos que nos narra.

No se trata de un filme mal logrado, por el contrario, la aparente falta de pericia en los planos filmados responde a la necesidad del novel cineasta de retratar los hechos de la manera más irrefutable posible, acorde con la filosofía de la corriente Dogma 95 o de los históricos postulados de Dziga Vértov y su teoría del “Cine-Ojo”, sobre captar los hechos, tal como son percibidos por el realizador.

El documental se va construyendo con sentidos relatos, que navegan en la tensión de los testimonios familiares reflejando el cariño por los fallecidos, que indagan en vivencias y sueños que los hicieron sujetos de admiración entre los suyos, todo esto con el objeto de ofrecerle al espectador las herramientas para que emita su propio juicio, de cómo un par de personas de bien, destacadas en los estudios, se convirtieron en víctimas.

“Hasta los dientes” es una historia de encubrimiento y asfixia social, que traen a la mente el legado de nuestros antepasados (españoles) que avasallaron y después marcaron la distancia de clases.

En el filme, el asesinato de los jóvenes estudiantes es perpetrado por las autoridades y sepultado por la poderosa clase mandona de la Universidad regiomontana, que bajo los testimonios que re-construyen el hecho (incluyendo el de un soldado) la imprime al filme mayor certeza y contundencia y de la mano, genera mayor indignación en el espectador, por semejante abuso de autoridad.

Un filme intenso, indispensable para observar otra óptica de la violencia contra el hampa, impulsada por Felipe Calderón, que se al parecer no concluyó en el mandato de Peña Nieto. Una cinta que preocupa, en virtud de lo que nos narra, que se estrena este fin de semana en cartelera comercial, así que hay que estar pendiente de los cines en donde tendrá espacio.

Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o sígame en mis redes sociales “CinematografoCeroCuatro” en Facebook y “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.

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