La influencia de la cultura judía en los orígenes del cine mexicano 2

cinematografoPor Héctor Trejo S. columnista de Radiografía Informativa.

Actualmente, los cineastas de origen judío y aún quienes no tienen más que simpatía por la cultura hebrea, han retomado temas que tienen que ver con asuntos inherentes al mundo mosaico que pueden resultar de interés colectivo.

En 1993, Guita Schyfter presenta una cinta basada en la novela homónima de Rosa Nissán, Novia que te vea, en cuya cinta, hace un recuento de la llegada de un grupo de judíos a México y su posterior herencia en hijo y nietos, todo ello usando como contexto el peculiar concepto de matrimonio, de la mayor parte de la comunidad judía, en la década de los años setenta.

El contrapeso argumental del filme lo aporta un análisis detallado a los problemas que enfrentan minorías como la comunidad judía, al integrarse a la cosmopolita sociedad mexicana, en parte puritana y en parte liberal, pero llena de conflictos sociales y políticos.

“Novia que te vea” nos narra la historia de Oshinica Mataraso y Rifke Groman. La primera procedente de una familia sefardita, que llega a nuestro país luego de haber sido expulsada por los Reyes Católicos. La segunda perteneciente a los ashkenazí, quienes tuvieron que enfrentar el holocausto.

La estrategia narrativa de la directora Guita Schyfter es seccionar el filme en cuatro partes, comenzando con la “llegada de los abuelos en 1927, la juventud de las muchachas en 1951, su etapa adulta en 1962 y un momento final ubicado en los años 70”[1].

Las costumbres y creencias, así como los conflictos de comunicación entre Oshinica y Rifke son un tema que pone de manifiesto las diferencias entre las propias comunidades judías, pues a pesar de que ambas son judías y nacidas en México, se notas los detalles que las hacen diferentes.

Así pues, el filme propone reflexionar en torno a que la identidad nacional está integrada por diversos grupos, que luchan por conservar sus propias tradiciones y costumbres, pero al mismo tiempo permiten a la cultura local formar parte de su cultura.

El filme, redondo en todos los conceptos cinematográficos, es protagonizado por Angélica Aragón, Claudette Maillé, Maya Mishalska, Ernesto Laguardia, Verónica Langer, Mercedes Pascual y Pedro Armendáriz.

“El brindis” (2007), es la ópera primadel cineasta chileno Shai Agosin –egresado New York Film Academy-, quien consigue en esta coproducción de México y Chile, construir un relato sobre Emilia (Ana Serradilla), una fotógrafa mexicana que viaja a Chile, con el único afán de conocer a Isidro (Pepe Soriano), su padre, a quien nunca ha visto.

Su viaje está rodeado de inseguridad y nerviosismo, pues teme todo lo que va a enfrentar, considerando que puede cambiar su vida de manera radical y en un sentido que no desea.

En Chile conoce a su familia, quien muestra una postura hipócrita, con los brazos abiertos pero sembrando inconformidad a sus espaldas, haciéndola entender que llegó a un mundo muy alejado del suyo.

Emilia se encuentra muy resentida porque su padre la dejó de ver desde muy pequeña, aunque ahora, Isidro la invita para festejar junto a su familia su “Bar Mitzva” -una ceremonia que realizan los judíos varones a los 13 años de edad y que dentro de esa religión representa alcanzar la mayoría de edad, adquiriendo así, según las leyes y tradiciones de esa religión, una participación completa dentro de su comunidad-, sin importar lo avanzado de su edad.

En su reencuentro familiar, Emilia se topa con su hermano Carlos (Pablo Krôgh), que es presidente de la comunidad judía y sumamente desconfiado; con Rubén (Alejandro Trejo), un tipo más tranquilo y de mejor carácter que el anterior. A pesar de parecen estar contentos con su visita, ambos repudian a Emilia, porque fue el resultado de una aventura de Isidro.

Otro filme digno de considerarse en este recuento es “Morirse está en hebreo” (2007) del cineasta mexicano Alejandro Springall formado en la London Film School, el cual nos narra los aspectos característicos del ritual del sepulcro judío, vistos con un toque de comicidad.

Esta comedia con tientes de sarcasmo, nos cuenta el proceso de duelo que tiene que vivir una familia judía-mexicana, luego de la súbita muerte del abuelo Moishe. La representación de los rituales funerales de un encierro obligado, que anteceden a una purificación que asume la familia y amigos.

En el discurso narrativo, Springall ofrece la posibilidad de descubrir los aspectos velados del ritual, lo que permite  descubrir algunos de los secretos familiares que han guardado.

Un ritual que cambia de cultura en cultura y que nos muestra una situación bastante enriquecedora, en lo que a conocimientos de cultura popular se refiere.

“Cinco días sin Nora” (2008) es otro filme que aporta a la descripción de la cultura popular judía. El filme dirigido por la cineasta Mariana Chenillo, aborda, desde otra óptica el tema del sincretismo religioso y el suicidio visto por la comunidad judía.

La cinta que ganó 10 premios internacionales, incluidos el de mejor película en La Habana, Moscú, Mar del Plata y Morelia, nos muestra el respeto por las personas de edad avanzada entre los hebraicos, pero también las estrictas leyes que deben cumplir quienes pertenecen a esta comunidad.

“La película (…) trata de una familia en Ciudad de México. La madre de la familia, Nora, pone la mesa para la cena de la Pascua judía (Pésaj o, en inglés Passover). Parece que va a haber una gran celebración familiar ese día. Pero Nora los sorprende a todos”[2].

El filme fue protagonizado por Fernando Luján, Cecilia Suárez, Ari Brickman, Enrique Arreola y Angelina Peláez.

Finalmente, “El premio” (2011) es la última película que ocupa este recuento. La cinta, coproducción de México, Francia, Alemania y Polonia, fue dirigida por Paula Markovitch.

El filme narra la historia de una pequeña niña llamada Cecilia, a quien su familia le ha encomendado guardar un secreto muy grande –su religión judía-, el cual no puede entender por completo.

La vida de su familia depende de que la niña mantenga este secreto en silencio, pues ella y su madre viven escondidas de la represión militar en Argentina.

Con estos interesantes elementos argumentales, se construye una historia por demás interesante, que ubica a la cultura judía en el momento de la dictadura y reprimenda militar en Argentina.

“El premio (Paula Markovitch, 2011), que a pesar de haber sido coproducida por México, Francia, Polonia y Alemania, ha sido rodada en Argentina con actores argentinos y cuenta con un ‘relato de infancia’ bajo la dictadura militar argentina…[3]

Este largometraje fue protagonizado por Laura Agorreca, Sharon Herrera, Paula Galinelli Hertzog, Viviana Suraniti y Uriel Iasillo.

Como hemos visto, la cultura hebraica ha sido retratada por el cine mexicano desde distintas ópticas y en diferentes situaciones, al final, quien decide cuál situación u óptica le parece más acertada o de mayor interés es usted, amigo lector.

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[1] Televisión Mexicana S.A. de C.V. (2015). Novia que te vea. Julio 14, 2015, de Canal 22 Sitio web: http://cinema22.canal22.org.mx/sinopsis.php?id=198&barra=Mexicano

[2] Méndez-Faith, T. y McVey, M. (2012). Cultura y cine: Hispanoamérica hoy. Estados Unidos: Newburyport, MA : Focus Pub.

[3] Dufays, S. (2014). El niño en el cine argentino de la postdictadura (1983-2008): alegoría y nostalgia. Argentina: Monografías.

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