Por: Fabiola Ramírez Salas-Linares, columnista de Radiografía Informativa.
La palabra ‘petting’ es un anglicismo que se utiliza para hacer referencia a todo el conjunto de juegos sexuales, a excepción de la penetración. Es decir, besar, lamer, acariciar y todo lo referente a las caricias que se hagan en pareja sin incluir penetración vaginal ni anal. En México le llamamos faje. El petting es ideal para conocer el cuerpo propio y de la pareja, aunque lleven varios años teniendo relaciones sexuales siempre hay cosas nuevas por disfrutar si te pones en la labor de descubrirlas.
La sexualidad es uno de los aspectos de nuestra personalidad en el que más influye la cultura, eso que hemos (o han) metido en nuestra cabecita desde que somos pequeños. Para la mayoría de nosotros el sexo no se practica sólo con fines reproductivos; muchos lo practicamos con fines “recreativos” para tener placer e intimidad con nuestras parejas.
Es por esto que la idea que se tiene del sexo es tan variada, lo que es normal para uno puede ser algo alocado para otro, incluso entre parejas la idea de lo que es una buena relación sexual no necesariamente es la misma. Los hombres suelen desear una relación genital y rápida que incluya penetración, eyaculación, orgasmo masculino y orgasmo femenino durante el tiempo de la penetración. Las mujeres suelen desear una relación más romántica, con largos preparativos, palabras dulces y caricias genitales, y muchas no desean la penetración. Entonces, una relación sexual ideal debería tener elementos de los dos mundos, un poco de lo que les gusta a ellos y un poco de lo que les gusta a ellas. Es decir, las mujeres deberíamos aprender a disfrutar la penetración y alcanzar el orgasmo durante la misma (y ese es otro tema que trataremos más adelante) y los hombres deberían aprender a disfrutar del sexo sin penetración.
Además, hay momentos en nuestras vidas cuando no queremos o no podemos tener una relación coital, como cuando somos muy jóvenes y no queremos perder la virginidad o arriesgarnos a embarazos no planeados o a enfermedades de transmisión sexual; pero, si piensan que sólo cuando somos jóvenes tenemos este problema, se equivocan, porque cuando somos adultos, ya en pareja, hay momentos en los que la penetración no está indicada o ya no es posible como en embarazos, partos, puerperios, menopausia y vejez; y si no hemos aprendido a disfrutar de otra manera del placer de estar juntos, la vida sexual de la pareja se convierte en una continua frustración.
Si últimamente has sentido que la pasión con tu pareja se está desvaneciendo, que ya te conoces todos sus movimientos y van directo al punto sin alcanzar todos esos placenteros momentos que antes los caracterizaban, atrévete a perfeccionar los juegos sexuales. Y para su deleite pueden recurrir al petting.
El petting permite fortalecer los vínculos sexuales de la pareja e incluso crear unos nuevos a medida que ambas personas descubren los gustos y preferencias de cada uno. Por otra parte, facilita el entendimiento mutuo y la confianza porque ayuda a perder la vergüenza y otros malos hábitos que se hayan generado entre la pareja. Recuerden que, los juegos previos tienen un rol fundamental durante la relación sexual, de ellos depende en gran medida que obtengamos mayor placer, así que nada perdemos con perfeccionar nuestra técnica y conocer mejor a nuestra pareja y a nosotros mismos.
El tacto es la llave del deseo. Se puede hacer el amor sólo acariciando toda la piel, con los ojos cerrados, dejándose llevar por las sensaciones que desde nuestras manos llegan al cerebro. Al principio, es conveniente hacer las caricias sucesivamente, primero él a ella, y luego ella a él. Se trata de sacarle el mayor partido posible a la geografía fantástica del cuerpo de tu pareja.
El masaje es mucho mejor si nos olvidamos de los genitales y de las mamas y hasta que la excitación no sea evidente, no nos dedicamos a ellos. Como no va a suceder la penetración, si el pene esta en erección no es importante, y a muchos hombres les sirve para relajarse y dejar de sentirse como en un examen y dejar de concentrarse en su pene.
Cuando ya estén a punto, dependerá de ustedes elegir la técnica no coital que más les guste: masturbación, sexo oral o cualquier otra cosa que se les ocurra. Lo bueno que tienen las relaciones no coitales es que no hay normas y todo es posible, la imaginación es el límite.
Para que exploren esta alternativa les sugiero:
- Usar su boca con creatividad: Nuestra boca es un arma de seducción infalible en todos los aspectos, úsala, no sólo para practicar el sexo oral, sino también para besar, lamer, acariciar con tus labios cada parte del cuerpo de tu pareja, llévalo(a) al extremo. Además puedes recurrir a clásicos trucos como el chocolate, la crema e incluso los lubricantes comestibles
- Acariciar: No temas acariciar cada parte del cuerpo de tu pareja, usa técnicas como un masaje sensual, un baño erótico lleno de jabón y placer, y en general todos aquellos roces que tanto deseo inspiran. Friccionen con suavidad estómago, muslos, rodillas y pantorrillas. Para mayor intensidad puedes emplear lubricantes que al contacto generen calor, para después cambiarlo por el frío de un hielo.
- Masturbación en pareja: Está claro que la masturbación es una herramienta de placer, pero en pareja resulta simplemente algo genial, por eso aprovecha esta sesión de Petting para hacerlo sin temor.
- Practiquen juegos eróticos: cambio de roles, usar disfraces, utilizar elementos como hielo, o plumas, seda, usen su imaginación.
Finalmente, recuerden que es una práctica sexual de bajo riesgo, sin embargo, si van a tener sexo oral o cierto intercambio de fluidos, sé existe riesgo de transmisión de enfermedades y hay posibilidad de embarazo si el semen o eyaculación prematura se derrama en la vulva. Así que no descuiden los anticonceptivos.
Una vez más me despido, exploren esta alternativa, no importa si apenas van empezando su vida sexual y están explorando o tienen 30, 40, 50, 60, 70 u 80 años, siempre hay algo nuevo que aprender y siempre podemos disfrutar del sexo, no se nieguen ese placer. Disfruten y nos leemos la próxima vez.
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