Día: 9 julio, 2014

Por Gabriela Jaime, columnista de Radiografía Informativa. Ahora recuerdo que al ser pequeño, no me importaba qué o cómo lo hubieran hecho mis padres; bien o mal; si mi papá no estaba o si traía para comer; si me compraba o no ropa; si era alcohólico o si tenía otra mujer. No, no importaba en absoluto que pudiera suceder, mi amor hacia él era incondicional. Cuando mi madre aparecía, mi vida se llenaba de luz pues ella era mi protectora, ella sin pensar si era profesionista; si tenía dinero o no;…