Por Tania Robles (Agencia Informativa Conacyt)
México, DF.- Todos deberíamos de tener la costumbre de mirar al cielo y sus estrellas de vez en vez, afirma José Enrique Anzures Becerril, por eso es que ha trabajado desde 2008 en lograr que cada rincón del país tenga un telescopio a la mano y ha logrado la donación de alrededor de 600 telescopios distribuidos en escuelas del país.
Enrique Anzures, reconocido divulgador de la ciencia y secretario general de la Sociedad Astronómica de México (SAM), recibe distintos modelos de telescopios rotos, desarmados o con defectos de fábrica donados por las empresa Bushnell y Tasco, que posteriormente reconstruye y arregla en la SAM para finalmente enviarlos a planetarios o instituciones que coordinan la entrega a escuelas públicas en donde pueden ser usados por estudiantes y las cuales no cuentan con los recursos para adquirir uno.
“Ya que tengo el telescopio armado, lo empaco y lo mandamos. Me guío con los planetarios, ahí le enseñan a los profesores a usarlos y luego ellos están obligados a entregar reportes durante un año sobre lo que se hace con ellos”, comentó Anzures.
Los telescopios son llevados al edificio de la SAM, dentro del cual Enrique Anzures y los miembros de la sociedad se encargan de abrir las cajas, revisar los telescopios y, en caso de que alguna pieza esté rota o faltante, continúan buscando los elementos en otros empaques para conformar finalmente uno en perfectas condiciones. Lo más importante de esta acción es que los telescopios donados son nuevos, pero su lugar de origen proviene de tiendas departamentales a las cuales los clientes los regresaron y ahora Tasco y Bushnell cumplen con esta labor social de obsequiarlos para su donación.
Entre cajas, cartones y uniceles, la SAM desarma y acopla tubos ópticos, tripiés, abrazaderas, tornillos y todos los elementos necesarios para que telescopios refractores y reflectores funcionen correctamente.
Luego, cuando existen piezas sobrantes, la SAM las guarda y recolecta para asesorar a la gente que asiste al edificio sede de la sociedad con dudas sobre sus telescopios o ayudarlos cuando están rotos o con piezas perdidas, entonces la SAM les obsequia estas piezas sobrantes si las requieren.
Gracias a esta labor, en 2010 el secretario general de la SAM, Enrique Anzures, ganó el segundo lugar del Premio de la Juventud del Distrito Federal.
El aproximado de 600 telescopios que se han logrado donar desde 2008 han sido enviados a Colima, Estado de México, Nuevo León, Chiapas, Cancún, Morelos, entre otros.
