Por Héctor Trejo S. columnista de Radiografía Informativa
El simple hecho de mencionar la palabra terror cuando pensamos en cine, nos remite prácticamente siempre a idealizar personajes bizarros y grotescos, que fácilmente impactan al espectador, por lo intempestivo de su aparición, sin embargo, no es tan sencillo construir un relato de miedo cuando nada similar aparece en pantalla, como lo consigue el cineasta Robert Eggers en “La bruja” (The Witch, 2015).
Y es que el realizador, concretó un filme integrado por varias leyendas locales, entre las que no podemos dejar de lado el cuento de Hansel y Gretel, pero imprimiéndole un sello tan peculiar que cuando tenga la posibilidad de comprobarlo, se percatará que nada es predecible y todas las ideas que nos hacemos con el paso de los minutos, no se parecen siquiera un poco al argumento que va entretejiendo Eggers.
La historia desde el principio parece muy obvia, pues comienza a mediados de 1600 en Nueva Inglaterra, donde una familia ultraconservadora de 5 hijos asume que la comunidad religiosa en la que viven están asumiendo su religiosidad de manera hipócrita y sin cumplir los designios de Dios. Para asumir sus creencias de una manera más libre, deciden establecerse en el bosque, pero todo va mal, sus cultivos son improductivos, no consiguen cazar a ningún animal y su economía va en debacle.
En el bosque empiezan a padecer situaciones especiales, primero la desaparición inexplicable de su hijo más pequeño, después la desaparición y regreso de sus dos hijos mayores y vuelta a casa del varón, aparentemente embrujado y la hija mayor, en su etapa de desarrollo sexual y evidentemente expuesta a ser considerada bruja. Todo ello, aunado a un padre que condescendiente con su esposa sumisa pero controladora, hace una mezcla interesante que se ve reflejada en el buen filme.
Es preciso explicar que la cinta no maneja grandes movimientos de cámara ni transiciones muy rápidas, por el contrario, es un filme contemplativo, pendiente de los detalles visuales, que nos cuenta la historia con mucha delicadeza y sin prisas. Si me apuran, diría que el trabajo histriónico de Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw… es tan bueno que nos adentran en una granja, donde unos cuantos animales y la familia mencionada nos llevan de la mano para terminar sorprendidos.
Una cinta sumamente recomendable, con un ritmo atípico al que estamos acostumbrados para las cintas de terror.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o ingrese a la página http://www.facebook.com/CinematografoCeroCuatro