Ciudad de México.- Con base en los elementos de prueba aportados por la Procuraduría General de Justicia capitalina, se logró que el Juez Tercero Penal, con sede en el Reclusorio Preventivo Norte, decretara sentencia condenatoria de 55 años de prisión contra Luis Alberto García Fonseca, por el delito de homicidio calificado en razón de parentesco. El procesado privó de la vida a sus abuelos con un objeto contundente para robarlos y luego incendió la casa donde los agredió con el fin de desviar las investigaciones.
El inculpado también deberá pagar la reparación de daños: gastos funerarios por la cantidad de 4 mil 37 pesos por cada uno de los fallecidos; 82 mil 125 pesos por daños materiales y perjuicios ocasionados al inmueble e indemnización por daño moral de 336 mil 400 pesos por cada caso.
En la causa penal 78/2014 se especificó que el 11 de abril de 2014, el imputado arribó a la casa de sus abuelos maternos, ubicada en calles de la colonia Fuego Nuevo, delegación Iztapalapa, donde al parecer las víctimas se dedicaban al oficio de curanderos.
Con el pretexto de que necesitaba una “limpia”, al nieto se le permitió la entrada y cuando la mujer estaba de espaldas, frente al altar de las imágenes de sus santos, el atacante tomó un palo y le propinó un severo golpe en la cabeza. Ya desvanecida la mujer por la agresión, Luis Alberto tomó un objeto punzocortante y le provocó heridas en el cuello.
Derribada la septuagenaria, el agresor ingresó a otra de las habitaciones de la vivienda y le dijo a su abuelo que le ayudara porque su abuela necesitaba apoyo. Al acudir al sitio donde estaba la anciana, el sentenciado tomó el mismo palo que utilizó para cometer la primera agresión y le asestó un golpe a su pariente, quien cayó al suelo.
Con los moradores de la vivienda abatidos, el inculpado se dedicó a buscar dinero para robarlo, después colocó los cuerpos en la sala de la casa para incendiarlos y de ese modo tratar de desviar las investigaciones.
Sin embargo, las indagatorias realizadas por elementos de la Policía de Investigación (PDI) permitieron ubicar y detender al imputado, quien fue consignado por el agente del Ministerio Público y puesto a disposición del Juez Penal correspondiente.