Por Héctor Trejo S. columnista de Radiografía Informativa.
Si bien en cierto que la estética visual de una cinta es un aspecto que puede encumbrarla o sepultarla en el gusto del público, también es cierto que para que eso funcione, la historia debe tocar las fibras sensibles de los espectadores, llenar los huecos argumentales y sobre todo satisfacer las expectativas de quienes la esperan en cartelera y a “El Planeta de los Simios: La Guerra” (War for the Planet of the Apes), le falta una ligera aportación de novedad.
En realidad, el relato tiene de todo para concretar un argumento sensato y contundente, lo que quizá no entendió su realizador Matt Reeves, es que además de todo lo necesario para cualquier otro largometraje, a esta debería haberle agregado un plus, pues quienes tuvieron a bien revisar las entregas más viejas (1968), al menos la dirigida por Franklin J. Schaffner y protagonizada por Charlton Heston, ya nos adelanta lo que en realidad sucederá, es decir, nos anticipa el final.
El trabajo visual como decía al principio es sumamente destacado, los efectos no demeritan el gran trabajo estético y ni qué decir de la labor histriónica, encabezada por Andy Serkis, Woody Harrelson, Steve Zahn, Karin Konoval, Terry Notary y Amiah Miller, sin embargo, le falta sorpresa al filme.
Las secuencias de batallas retratadas en la cinta, sin lugar a duda, son la parte más álgida de todo el relato, están llenas de agilidad, dinamismo y emotividad, son la carne del filme, sin demeritar el complemento. El detalle del combate en el hielo, permite a Reeves imprimirle aún mayor realismo a las cuidadas secuencias.
En síntesis, es un filme técnicamente impecable, con un recorrido visual fantástico, un ritmo temporal vertiginoso y que al final de cuentas cumple con la máxima del cine que es divertir y a la mayor parte los espectadores, mantenerlos al filo de su butaca, es un largometraje que pudiera ser calificado como efectivo, aunque predecible.
Así pues, si usted es fanático de las cintas de acción y sobre todo, si no tuvo la fortuna de ver el largometraje de finales de los sesenta de Schaffner, muy seguramente le parecerá un filme redondo y si ya la vio, indudablemente se convertirá en un crítico feroz del resultado de esta entrega.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o regístrese en www.facebook.com/CinematografoCeroCuatro/ para recibir más información del séptimo arte nacional e internacional.