Por Tomás Dávalos, Agencia Informativa Conacyt
Aguascalientes, Aguascalientes.- “Aburrirse como ostra”, “patas de gallo” y “tener monos en la cara” son expresiones comunes para los parlantes de habla hispana. Blanca Elena Sanz Martín, profesora investigadora de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), realizó un estudio sobre la motivación semántica de estos zoomorfismos en español.
Al respecto, indicó que su interés por este tema comenzó al observar el uso cotidiano de estas expresiones zoomórficas, por lo que emprendió este proyecto a partir de un marco teórico cognitivista, según el cual, conceptos como la caracterización y categorización del mundo se encuentran reflejados en el lenguaje.
“De inicio, se tomaron en cuenta todos los dialectos de habla hispana, para ello, conformé un corpus de datos, recopilé datos materiales, electrónicos, de material recogido a oído y de otras fuentes. A partir de ahí empecé a hacer agrupaciones semánticas en función de zoomorfismo y después se fueron descartando algunas expresiones, porque no tienen ninguna funcionalidad semántica o productividad”, detalló en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt la especialista miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Disponibilidad léxica
Definido el corpus de zoomorfismos, comenzó un proceso de selección para determinar qué referentes de animales son los más frecuentes y productivos, así como el contexto en que son utilizados. Para ello utilizó una herramienta cuantitativa llamada disponibilidad léxica, este tipo de estudio consiste en medir el léxico disponible y los campos semánticos que se van formando con ellos, y como resultado de este análisis, el perro fue el animal que ocupó el primer lugar.
“Esto tiene bastante sentido porque el perro es el animal doméstico por excelencia, entonces es muy productivo para las idiomáticas, aunque hay otros también muy productivos, como el caballo, el gato”, destacó.
El principal uso de los zoomorfismos es para la atribución de cualidades humanas, esto debido a que los animales son el referente más cercano para definir a las personas, por eso son bastante populares; sin embargo, su connotación depende de la conceptualización que se le dé al animal, por ello puede ser positiva o negativa.
“No es lo mismo que te digan ‘tienes cinturita de avispa’ a ‘tienes cintura de ballena’, depende del tipo de proyección metafórica que hagamos, porque tenemos un dominio fuente y un dominio meta. Escogemos ciertas características del dominio fuente, que sería el dominio animal, pero escogemos los relevantes y los trasladamos al dominio humano, y estas características pueden ser tanto positivas como negativas, o físicas y morales”, especificó.
Por ejemplo, el uso del sustantivo faunístico “rata” no alude a las características físicas de una persona, sino a sus rasgos morales, describe a un individuo que es corrupto o ladrón; en cambio, en el caso de un sujeto al que se le denomina como “marrano”, puede ser alguien que por su complexión física es obeso, pero también describe un comportamiento libidinoso.
Para concluir, Sanz Martín puntualizó que dentro del conjunto de las expresiones fijas sobresale el grupo de los refranes, en particular, dentro de la categoría de los zoomorfismos la lengua española dispone de un amplio repertorio de refranes conformados por vocablos faunísticos, por ello este tema tiene un vasto campo de estudio dentro de la paremiología.
La investigadora Blanca Elena Sanz Martín publicó un artículo científico titulado “Las metáforas zoomorfas desde el punto de vista cognitivo” en Íkala, revista de lenguaje y cultura.