Por Héctor Trejo S. columnista de Radiografía Informativa.
Pudiera parecer que semana tras semana hablo mal de una película, sin embargo, la suerte no me ha permitido entrar a la sala y sentarme a disfrutar de una buena cinta, situación que deja este sentimiento de vacío, que sólo las películas que no nos agradan puede provocar. Precisamente eso me sucedió con “Terminal”.
La ópera prima de Vaughn Stein, “Terminal” es una especie de drama criminal combinado con thriller, aderezado de una manera un tanto forzada con destellos de espionaje, incluso pone a pensar al espectador en la falta de naturalidad del relato, por tantos elementos argumentales.
La historia se desarrolla en una ciudad ficticia donde personajes desconocidos viven su momento, enfocándose en dos asesinos profesionales que comienzan una misión casi imposible encomendada por una misteriosa mujer llamada Annie (Margot Robbie).
La cinta protagonizada por una espectacular Margot Robbie -no sólo en el plano físico sino también en el histriónico-, acompañada Max Irons, Simon Pegg, Mike Myers y Dexter Fletcher, no deja mucho para recomendar, más allá del fantástico trabajo actoral de la rubia australiana.
Plagada de una destacadísima estética visual, llena de colores neón y planos subjetivos trabajados minuciosamente, autoría de Christopher Ross, deja de lado la parte más importante de un filme, es decir, la historia, que se queda en un intento de mostrarnos que la venganza es un elemento cotidiano y nada más, con grandes vacíos por llenar.
Una cinta saturada, con una velocidad atípica, explosiva, que por momentos hace pensar en “Crash” (David Cronenberg, 1996) por la velocidad y las secuencias, pero que sólo se queda en el intento, quizá por la falta de pericia del director.
Un filme difícil de digerir, que al final queda a deber, pero que a pesar de sus inconsistencias, para algunos resultará entretenido y ese es el propósito del cine, divertir y entretener.
Por otro lado, el redactor de esta columna, se une a la pena que embarga a la familia de actor Juan Luis Orendain, quien falleciera el pasado 2 de julio y les desea una pronta resignación.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o sígame en mis redes sociales “CinematografoCeroCuatro” en Facebook y “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.