Por: Fabiola Ramírez Salas-Linares, columnista de Radiografía Informativa.
Esta vez quiero platicarles respecto a los orgasmos, tanto femenino como masculino, aunque por ser temas que requieren y merecen que uno se detenga a hablar detenidamente de ellos, decidí dividir el tema en dos entregas. En esta primera parte, hablaré del orgasmo masculino.
El tema del orgasmo masculino podría parecer algo sobre lo que no hay mucho que decir; pues es conocido que, quienes tienen problemas para alcanzar el orgasmo son las mujeres, no los hombres. Así que, hablando del orgasmo masculino, lo más que podremos encontrar es una descripción de los órganos genitales, su función y cómo todo se armoniza para poder tener una eyaculación, pues se entiende que eyaculación y orgasmo es lo mismo; porque es posible tener orgasmo sin eyaculación y eyaculación sin orgasmo.
Hablando del orgasmo masculino me parece muy interesante referirme a la práctica del sexo tántrico. Tranquilos, no se trata de que todos tenemos que irnos a tomar clases de tantra (aunque no nos vendrían nada mal). Se trata de lo que el tantra dice del sexo: lograr el disfrute de ambos, tener una unión real con tu pareja, incluso después del orgasmo; se trata de explorarse como si fuera la primera vez.
Los practicantes del sexo tántrico dicen que precisamente la eyaculación es lo que aparta al hombre del orgasmo verdadero, del éxtasis sexual que lleva a los niveles de conciencia superiores, cósmicos. La eyaculación apresurada para en seco la experiencia, tanto para él como para ella.
Cuando un día cualquiera decidimos tener una relación sexual iniciamos con la idea de un poco de manoseo o juego previo (si acaso), penetración, orgasmo y ya, se acabo, cada quien por su lado y listo; esto es justo lo que tenemos que quitarnos de la cabeza.
Teniendo en mente, el disfrute del momento per se, para uno mismo y para la pareja, una meta primordial sería lograr prolongar el placer lo más posible. Sin embargo, la pregunta es ¿cómo lograr este portento?
Algunas recomendaciones básicas del sexo tántrico son las siguientes:
Entender que el sexo es un ritual, hay que programar el tiempo, deben tener un tiempo largo para ustedes; el ambiente, usen velas aromáticas, aceites para masaje, flores de preferencia frescas, música suave todo para convertir el acto sexual en un ritual; ¿irían a una ceremonia sin bañarse, sin depilarse, sin acicalarse en general? por ahí es dónde iniciamos; dense un baño juntos, depílense, rasúrense, pónganse muy guapos para el otro. Y no se apresuren, fuera celulares, fuera distracciones.
Dense masajes, no de 5 minutos, sino de al menos 15 minutos cada uno, el masaje debe ser lento, de menos a más primero concéntrate en todo el cuerpo y al final en las zonas erógenas y caricias genitales leves.
Posteriormente, traten de acompasar la respiración, observen a su pareja y respiren al mismo ritmo, mientras uno inhala, el otro exhala. Empiecen despacio y cuando el placer crezca, aceleren el ritmo. Cuando las respiraciones encuentran el mismo ritmo, el cuerpo obedece y todo fluye. Después bésense, comiencen por la boca y después recorran sus cuerpos. Poco a poco, hasta llegar a los genitales, todo con mucha dulzura y mucha calma, recuerda que no hay prisa.
Después, llegarán al momento de la penetración. En el sexo tántrico, la penetración es solo un paso, posible o no. Y se anima a que se realice incluso aunque el pene no esté erecto. No es algo esencial ni un fin. La primera etapa es “estática”. El pene se queda inmóvil dentro de la vagina, mientras la pareja continúa acariciándose suavemente, mírense a los ojos, y vayan aumentando el ritmo, gradualmente. Nuevamente recuerda, no hay prisa.
Y finalmente viene el famoso orgasmo. El hombre debe conocer el momento de no retorno, ustedes conocen ese punto donde saben que al siguiente movimiento vendrá la eyaculación. De acuerdo al sexo tántrico, la idea es prolongar este momento de no retorno, los últimos segundos antes de la eyaculación constituye la zona de máximo placer, en este instante deben respirar profundo, los sexólogos hablan de la respiración triángulo: Inhala en 5 segundos, mantén la respiración otros 5 y exhala por 5 segundos. La idea es que tu respiración sea lenta y calmada, para controlar que no se dispare la eyaculación.
Por otro lado, existen ejercicios que han demostrado ser muy efectivos para mejorar el rendimiento sexual del varón, y podrían ser muy útiles para el control de la eyaculación. Para ayudarte a lograr este control puedes practicar los ejercicios de Kegel, que no son difíciles y no requieres ningún aparato especial, son los ejercicios que se recomiendan para casos de incontinencia urinaria y que ayudan a fortalecer la musculatura pélvica.
Si consigues prolongar ese momento, las pulsaciones que normalmente se localizan en los genitales subirán por todo tu cuerpo, se distribuirán por lo que el tantra considera los chakras y el placer se extenderá internamente por órganos y músculos. No hay eyaculación, pero sí orgasmos múltiples. Es así como el hombre consigue un orgasmo de más de 5 u 8 segundos que es lo que normalmente dura.
Naturalmente que requerirás de mucha práctica para lograr un orgasmo tántrico, no te desesperes si no lo logras la primera vez, recuerda que mucho de la diversión es intentarlo. Recuerda que la práctica hace al maestro
Finalmente, como en cualquier práctica se sugiere no dejar a un lado el sentido común, y leer lo que nuestros cuerpos nos dicen. Si tienes alguna lesión previa conocida o desconocida, podrías experimentar alguna recaída o no obtener el resultado esperado; cuida tu salud y si lo requieres no dudes en buscar ayuda especializada.
Y por ahora me despido y les deseo los mejores orgasmos, ¡nos leemos la próxima vez!
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