Por Héctor Trejo S. columnista de Radiografía Informativa.
La magia de una buena película impacta al más exigente de los cinéfilos, aunque no sea partidario del género que está observando en pantalla. Un caso muy peculiar es el de la cinta “Klip”, escrita y dirigida por la cineasta serbia Maja Milos, que resulta una oda a las drogas y el sexo desenfrenado.
Buena o mala, serían calificativos absurdos y poco descriptivos para un largometraje de este tipo, que transita en un mundo poco visible para las mentes puritanas, las que imaginan a los jóvenes sentados detrás de un pupitre lleno de libros o sentados en un sofá con el control de su videojuego en la mano. La visión de la directora balcánica es mucho más ácida y subterránea de lo que pudiéramos imaginar con un comienzo cadencioso que rápidamente explota dramáticamente, para deleite de los espectadores.
En término generales, el largometraje narra la historia de Jasna, una adolescente que vive en la pobreza, cargando en sus hombros la terrible enfermedad de su padre. La chica decepcionada de lo que está sucediendo en su vida, decide experimentar con el sexo desenfrenado, lo cual la lleva al consumo de drogas en las asombrosas fiestas a las que asiste.
La joven entra en una dinámica de autodestrucción y gozo, en la cual se va empapando más y más, haciendo de las drogas y el sexo, su modus vivendi, pues la interacción social, le facilitan su paulatina perdición.
El argumento es bastante sencillo pero muy redondo, sin grandes pretensiones, Milos consigue contarnos una historia que raya en lo inesperado, guardando para el final lo más importante.
Es pues una película provocativa por lo explícito de sus imágenes sexuales, cuya estética visual es poco menos que común, con planos muy sencillos y movimientos de cámara un tanto estrepitosos, que no ofrecen la menor delicadeza percetiva, sin embargo, no demeritan para nada el tránsito argumental de este agradable filme, que seguramente lo mantendrá al filo de la butaca, pues las secuencias tienen un apoyo ensordecedor en su banda sonora.
Solo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o ingrese al sitio web www.inter-medios.jimdo.com