Por Héctor Trejo S. columnista de Radiografía Informativa.
Respondiendo a las expectativas que generó la visión de la guerra de uno de los directores con mayor credibilidad cinematográfica en Hollywood como es el gran Clint Eastwood, llega a nosotros la cinta “El Francotirador” (American sniper), cinta que viene a engrosar el número de historias sobre la guerra y los marines estadounidenses, aunque con un tinte mucho más crítico que la gran mayoría de ellas.
El filme, nos narra la historia de Chris Kyle (Bradley Cooper), un marine de la armada SEAL que es famoso por ser el francotirador del ejército americano que más bajas consiguió en su carrera. A él, se le atribuyen hasta 160 muertes en Irak y como consecuencia se retiró en 2009 y publicó su autobiografía, hasta su muerte en 2013. En este contexto, el director nos lleva a un paseo por las tierras de medio oriente y la vida familiar del marine.
A lo largo de sus 132 minutos, la cinta nos permite discrepar con los sentimientos nacionalistas del famoso soldado, quien hace a un lado su vida familiar para sentirse útil a su país matando gente en sus misiones. Concibe incluso un la idea de que sin él, sus compañeros militares no podrán servir a sus superiores con la misma efectividad con la que lo hacen estando él presente.
Semejante propuesta coloca a Eastwood, como uno de los cineastas que verdaderamente han analizado los efectos de esta guerra, pues nunca defiende el hecho de que el francotirador anteponga su bandera a su familia, por el contrario, le da el beneficio de la duda, acariciando la idea de que el ser humano es susceptible al fanatismo militar, problemática que puede atacar a cualquiera y que es mostrada en la película de una manera detallada.
En este sentido, la historia nos permite recordar la cinta de Kathryn Bigelow, “Zona de miedo” (2008), en donde un técnico que desactiva bombas, entra en un conflicto emocional similar, aunque el contexto de su escuadrón, es diferente. La cinta de la esposa de James Cameron obtuvo un Oscar por el filme y si consideramos que la temática es digna de reconocimiento, seguramente “El Francotirador” obtendrá una o varias estatuillas de sus 6 nominaciones, entre las que destacan Mejor Película y Mejor Guión Adaptado (Jason Hall).
Es definitivamente una cinta recomendable, que nos lleva siempre a un obligado proceso de reflexión sobre la fuerza de la enajenación y el control masivo de las conciencias en una guerra.
Solo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o ingrese al sitio web www.inter-medios.jimdo.com