Por Héctor Trejo S. columnista de Radiografía Informativa
En el cine como en la vida, el trabajo trascendente de un elemento puede –y debe- resultar preponderante, para conseguir que una obra pase de un resultado común a uno destacado y esto lo vemos fielmente reflejado en la cinta Cautiva (The Captive, 2014), donde los destellos histriónicos de los que hace gala Ryan Reynolds, convirtiéndose en un padre lleno de culpa por la pérdida de su hija desaparecida, muestran el poderoso valor de un papel protagónico.
Y es que la intensidad con que Reynolds asume la personalidad del padre de Cassandra -la niña desparecida- enseña las múltiples facetas por las que un progenitor podría pasar en la misma situación. El actor retrata escrupulosamente una escena de ira, pero en un santiamén le viene la ternura y luego el odio, todo reflejado en su mirada y su semblante que transita de la dureza a la preocupación.
Así pues, la película nos cuenta una situación compleja, en la que el rapto de una niña sirve para poner en actividad a un padre de familia, que busca por todos lados a la pequeña, hasta su aparición 8 años después, gracias al trabajo investigativo que éste realiza.
Pero es justo comentar que esa gran actuación depende en mucho de la pericia mostrada por el director del filme, el canadiense de ascendencia armenia Atom Egoyan, quien presentó este filme en la Sección Oficial del Festival de Cine de Cannes, donde recibió una cordial bienvenida.
La cinta, tiene un toque de thriller psicológico que indudablemente mantienen al espectador al filo de la butaca, llenando los espacios vacíos con música –que juega un papel preponderante en la narrativa- que cumple con su función de guía del trabajo histriónico, colmando la sala de cine de ópera y otros géneros musicales, que le dan un sentido muy específico a cada parte del largometraje.
La sensibilidad con la que el director muestra una serie de valores paternales, son otro aspecto delicado que vale la pena destacar, pues sin dejar de lado la carga dramática de la historia, establece los criterios adecuados para contarnos esa parte sensible del protagónico.
En términos generales “Cautiva”, es una película bien lograda que raya en lo interesante y que puede ser considerada como una cinta bastante recomendable, acaso se podría cuestionarse el parco desenlace, sin embargo, no demerita en nada al resto del filme.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias, escríbame al correo electrónico [email protected]