Por Héctor Trejo S. columnista de Radiografía Informativa.
Con una comedia llamada “Amigos de Armas” (2016) que, desde que comienza hace recordar al gran Sacha Baron Cohen, por su trabajo en “Borat” (2006) por lo grotesco de los personajes, el cineasta Todd Phillips (trilogía de ¿Qué pasó ayer?), nos deja un divertido y alucinante relato que trae consigo un toque de crítica social muy fuerte las políticas armamentistas internacionales, pero manejado de tal forma que pone al espectador a reír.
Las situaciones son a tal punto reales que nos trasladan al mundo del tráfico de armas, entre las cálidas arenas del desierto de Medio Oriente y las deliciosas playas de Miami.
Basada en una historia real, la cinta nos narra el reencuentro de dos amigos de 20 años, que se reencuentran luego de años de no verse. Al saludarse, se dan cuenta de cuán diferentes son sus vidas y por la estima que sienten uno por el otro se vuelven socios en un negocio tan complicado y lucrativo como es el tráfico de armas.
Contextualizado con escenas chuscas y sumamente ágiles, que incluso podrían considerarse dignas de una película de acción, la cinta protagonizada por Miles Teller y Jonah Hill, tiene de todo, hasta momentos de dramatismo, pues nos deja ver de qué manera, un par de jóvenes de 20 años hicieron que los Estados Unidos pagaran 300 millones de dólares para armar a los aliados americanos en Afganistán.
Si bien el tema principal es la doble moral con la que se rigen las instituciones oficiales estadounidenses, negociando con traficantes, el argumento nos ofrece mucha tela de donde cortar para convertirse en un buen debate de café.
Sobre todo, es preciso comentar que la cinta cumple con el objetivo esencial del cine, es decir entretiene, aunque también denuncia y lo hace de una manera contundente, permitiendo con su formato, llegar a más personas a quienes no les gusta mucho ver largometrajes que hablen de política, conflictos bélicos ni delincuencia.
Una película que seguramente le dejará muy buen sabor de boca, no le va a decepcionar en lo más mínimo, incluso por todo lo que le he comentado, no sé si al final le hará reír o llorar.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o regístrese en www.facebook.com/CinematografoCeroCuatro/ para recibir información de los estrenos y los clásicos del cine mexicano.