Radiografía Informativa.- La madrugada de hoy 30 alumnos que regresaban de un viaje para celebrar la conclusión de sus estudios de educación media superior, fueron asaltados de manera violenta por tres sujetos sobre la carretera México-Querétaro, a la altura de Huehuetoca, a bordo del autobús con placas 940-RK-5 de la empresa Carpinteyro’s Travel.
Un grupo de 48 jóvenes estudiantes, entusiasmados por haber concluido la preparatoria, decidió organizar un viaje de generación que llevarían para siempre en sus recuerdos. Autoridades de la UVM Texcoco los pusieron en contacto con la empresa Rock-It, con domicilio en el Distrito Federal, en la Colonia del Valle, quienes convencieron a los ingenuos jovencitos de que eran la mejor opción.
La primer desilusión se la llevaron al ver el camión en el que serían trasladados hasta Puerto Vallarta, Jalisco, muy distante de lo que en un principio les habían prometido, sin embargo el entusiasmo y la adrenalina propia de la edad los impulsaron a emprender el viaje, sin imaginar la culminación de éste.
Cabe mencionar que por ser un grupo de jóvenes, la empresa se obligaba a incluir a dos guías adultos para que acompañara a los estudiantes en todo momento, regla que se cumplió sólo en el viaje de ida; además, a pesar de que viajaba una menor de edad, a la madre nunca se le pidió un consentimiento por escrito o una responsiva que amparara a la empresa de viajes Rock-It.
Así, la noche del 3 de julio iniciaron su odisea al paradisiaco puerto jalisciense.
El viaje, aunque incomodo, transcurrió sin incidentes y los estudiantes se divirtieron como nunca.
Al regresar, de los 48 alumnos que se fueron, solamente regresaron en el camión 30, debido a que el mal estado del camión no los convencía para regresar de manera segura y optaron por el regreso vía aérea.
Minutos antes de subir al camión, personal del staff de Rock-It les dijeron que los acompañantes que irían supervisando el viaje de regreso habían tenido problemas familiares y no podrían acompañarlos, por lo que se regresaron sin los guías que la empresa había prometido los acompañarían de principio a fin del viaje.
El regreso fue normal, hicieron una parada en una gasolinería para pasar al sanitario y una parada más para comer. Una hora después de la última parada, el chofer orilló el camión sobre la carretera México-Querétaro a la altura de Huehuetoca, con el pretexto de hacer del baño, momento en que tres sujetos armados se subieron a la unidad y dispararon al piso para intimidar a los estudiantes y obligarlos e entregarles teléfonos celulares; alhajas; dinero en efectivo; cámaras fotográficas y todas las pertenencias de valor. Al chofer no le quitaron nada.
Una de las pasajeras narró lo ocurrido: “Yo venía dormida, cuando de repente me despertó el sonido de un balazo, me asusté mucho, uno de los asaltantes encañonó a mi amigo y nos dijeron “ahora si hijos de su puta madre, ya valieron madre, aflojen todo lo que traen”; fue horrible, nos quitaron todo y a una amiga la manosearon, pensé que nos querían matar, estábamos debajo de un puente, y el chofer nunca se había parado en otro lugar que no fuera una gasolinería, ¿por qué se tuvo que parar ahí, en medio de la nada?, además al chofer no le quitaron nada, ni siquiera le gritaron, ni siquiera nos preguntó si estábamos bien, ni llamó a su empresa para reportar que nos habían asaltado”, declaró.
Momentos después del asalto, el camión continuó su marcha, en el camino se encontró con un patrulla de la Policía Federal de caminos, y no se detuvo; además en lugar de dirigirse al MP a denunciar el asalto, se dirigió a la UVM a dejar a los estudiantes; otro dato incoherente es que el chofer hizo una para más para “ir al baño” aproximadamente 500 metros antes de llegar a las instalaciones de la universidad.
Al respecto, la empresa Rock-It se deslindó de toda responsabilidad, argumentando que lo único que cubre su seguro es daños por accidentes, e incluso en una conversación telefónica dijo “háganle como quieran, si quieren demandar, demándenos”.
Padres de familia exigen a las autoridades de la UVM y a la empresa Rock-It se hagan responsables por los hechos ocurridos, donde estuvieron en peligro las vidas de 30 estudiantes, y el principal sospechoso es el chofer Ramón Martínez Lira, de 39 años de edad.
La denuncia ya fue puesta ante el agente del Ministerio Público en la subprocuraduría de Justicia de Texcoco, Estado de México.
Siempre.han.sido.de.pesima condicion.los.camiones de la.uvm ojalate.haga jusricia