Agencia Informativa CONACYT.
México, DF.- Al consumo de cerveza se le atribuye propiedades que pueden beneficiar el estado de salud de las personas, pero para comprobar esta premisa el Departamento de Genética y Biología Molecular del Cinvestav iniciará un protocolo de investigación denominado: “Influencia del consumo moderado de cerveza sobre la salud a través de la funcionalidad del microbioma humano del tracto digestivo”.
El Laboratorio de Genómica Ambiental investiga temas relacionados con la microbiota (comunidad microbiana que vive en el tracto digestivo) y el microbioma (conjunto de genes de esos organismos) pero trata de abordar otras vertientes relacionadas con la alimentación y una de ellas son las bebidas complementarias a la dieta, como la cerveza, sostuvo Jaime García Mena, líder de este proyecto.
“Queremos demostrar que bajo un consumo moderado, habitual y controlado de la cerveza, ésta puede llevar a una mejora en el estado de salud general del individuo por la influencia que tiene sobre la microbiota del tracto digestivo”, explicó García Mena.
Tomando como base los componentes presentes en la cerveza, adicionales al alcohol, como la serie de moléculas complejas polifenólicas, que tienen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias o anticancerígenas reportada en otros estudios y observando su interacción en el tracto digestivo, la suposición es que su consumo genera beneficios a la salud.
“La hipótesis es que la microbiota del individuo sirve como interfase que permite a los compuestos de la cerveza y sus múltiples propiedades influenciar de manera positiva a la salud de los consumidores”, señaló Jaime García, quien forma parte del Sistema Nacional de Investigadores.
Para esta investigación se establecería un consumo moderado de cerveza en una dosis diaria que equivaldría a un vaso, una lata o una botella chica, que son las medidas más comunes que se ofrecen en tiendas, restaurantes y otros establecimientos de comida.
En el proyecto de investigación contempla realizar un experimento con un grupo de cincuenta personas mayores de edad del sexo masculino y femenino con una salud promedio dividido en dos partes. Una parte consumirá una cerveza diaria durante treinta días naturales en la comida y la otra seguirá con su rutina habitual.
Durante el estudio a todo el grupo experimental se evaluará el perfil inflamatorio por medio de pruebas bioquímicas y la evolución de la microbiota del colon distal para observar los cambios.
“Queremos ver cómo puede cambiar la diversidad de la microbiota a lo largo del tiempo por efecto de los polifenoles de la cerveza, siendo lo más interesante que el cambio estuviera asociado a una disminución de los marcadores de inflamación bioquímicos de los participantes”, aseguró Jaime García.
Este proyecto es financiado por el Consejo de Investigación sobre Salud y Cerveza de México, que preside Juan Ramón de la Fuente, a través del premio Fomento a la Investigación que cada año apoya a propuestas de calidad que compiten con base en mérito.