Por Héctor Trejo S. columnista de Radiografía Informativa.
A fuerza de ser sinceros, las salas de cine se abastecen de espectadores habidos del buen cine de terror, mismo que en estos días ha sido objeto de buenos comentarios y mejores recomendaciones.
Hace unas semanas hablamos en este mismo espacio de una película fenomenal llamada “La Bruja” (The Wich), que más allá de los grandes efectos especiales, tiene un sólido e inesperado argumento. Hoy toca hablar de “El Conjuro 2” (The Conjuring 2), filme de James Wan, que se apoya justamente en los recursos tecnológicos que dejó de lado la cinta anterior, para conseguir un relato lleno de miedo e inesperados momentos de tensión, aunque no al grado de su primera entrega.
Las huellas profundas que dejaron los personajes de la primera cinta de “El Conjuro” en los espectadores, sirve como punto de partida y vínculo emocional, que logra atraer a sus seguidores, al ubicarlos en un espacio y tiempo diferentes, pero en una situación obviamente similar, estrategia de taquilla, perfectamente planteada.
Hablamos de una historia envolvente que nos narra otro de los casos reales registrados por Ed y Lorraine Warren. Los dos se trasladan al norte de la ciudad de Londres para ayudar a una madre soltera con cuatro hijos que vive en una casa plagada de espíritus malignos. Lo interesante de esta entrega, son los efectos de dicha situación.
Es justo mencionar que la fotografía de la cinta a cargo de Don Burgess, nos permite disfrutar de los detalles aparentemente más insignificantes y, junto con el resto de los aspectos técnicos, pasan la prueba de calidad y aportan su granito de arena para generar el efecto de susto en el espectador.
El trabajo histriónico de Vera Farmiga interpretando a Lorraine Warren y de Patrick Wilson asumiendo el papel de Ed Warren, deja un muy buen sabor de boca, sobre todo por esa sensación de cercanía que muestran entre ambos personajes de principio a fin.
En resumidas cuentas una cinta recomendable para todos los amantes del cine de terror tradicional, ese que le saca sustos e impresiones al espectador, por los inesperados saltos de cámara y las imprevistas apariciones de imágenes a cuadro.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected].