Hasta la redacción nos llegó la siguiente DENUNCIA CIUDADANA:
Todo comenzó hace 15 días cuando mi perro tuvo una pelea, andaba bien, sólo necesitó algunas puntadas en la herida. Cinco días después comenzó con vomito pero se veía que le dolía mucho, lo llevamos al veterinario y le sacaron placas y vieron que según había tragado algo “raro”. Total nos dijeron que requería de una cirugía para poderle sacar el objeto que según se tragó.
Le dijimos al veterinario que si le iba a hacer estudios preoperatorios y muy tajante dijo que no porque ya conocía al perro desde hace tiempo, pero yo sé que siempre que se va a hacer una cirugía a cualquier ser vivo por lógica se le deben hacer estudios.
Ya realizada la operación nos dijeron que no encontraron nada, sólo un coagulo de sangre y el estómago volteado, incluso nos mostraron el coagulo, según la operación había sido un éxito y nos dijeron que hiciéramos que caminara para que no se le pegaran los intestinos y se pudiera recuperar más rápido, sin embargo no vimos ninguna mejoría, incluso se puso mucho peor, y el veterinario dijo que era algo normal, porque según Charly era un perro tan dominante que estaba enojado con nosotros por haberlo operado y se estaba dejando morir para que nosotros sufriéramos, desgraciadamente la ignorancia nos hizo creerlo por un momento.
Al no ver mejoría decidimos llevarlo a otro veterinario porque seguía empeorando, ya estaba todo lleno de líquido gástrico y pus, ya que no le hicieron estudios lo que se tenía que hacer desde un principio, mi perro llegó con fallas en el corazón, desnutrido, anémico, su hígado le fallaba también, las vías respiratorias ya estaban quemadas por todo lo que estuvo vomitando, se quedó internado y ya después de realizarle todos los estudios se tuvo que intervenir quirúrgicamente de nuevo, con sólo el 30% de probabilidades de que la cirugía fuera exitosa por lo grave que estaba.
Lamentablemente, al abrirlo, el doctor se dio cuenta de que ningún órgano estaba en su lugar, tenía un intestino perforado, que seguramente ellos arrancaron el pedazo de tejido para mostrarnos que “había algo”, mi perro estaba todo contaminado ya que no tuvieron la higiene que se requiere para una cirugía, por donde el doctor le veía tenía muchísima pus, y de tanta pus ya tenía los intestinos adheridos unos a otros.
Fue tanta la gravedad que el nuevo veterinario nos dijo que estos casos solo los había visto en vacas, era increíble lo que estaba viendo y el dolor de mi pobre perrito era impresionante.
Queríamos proceder de manera legal, pero nos comentó el excelente veterinario que vio por última vez a mi Charly que se le tenía que hacer la necropsia y que varias partes de su cuerpo se quedan como muestras entonces decidimos no hacerlo por amor a él así que decidí compartirlo con ustedes para que me ayuden a difundirlo.
La dirección de la veterinaria es:
Esquina Camino Parque Central, Camino de la Secretaria “A” no. 112 Col. Campestre Aragón código postal 07530 Delegación Gustavo A. Madero CDMX.
Al parecer tienen otra veterinaria en Ciudad Azteca, creo que es con el mismo nombre “Royal Pets” y abrirán una nueva en Ecatepec independientemente por el doctor Ignacio.