Por Héctor Trejo S. columnista de Radiografía Informativa.
La semana ha estado llena de noticias contrastantes en materia de séptimo arte, así como el estreno de la cinta documental “El hombre que vio demasiado” de Trisha Ziff, que se posicionará, por su intensidad narrativa y pureza visual en un filme de éxito, que ojalá se vea reflejado, no sólo en las páginas de diarios y websites culturales, sino en la propia taquilla.
Empecemos pues a analizar esta contrastante semana, donde destacó la iniciativa que algunos grupos afines al Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) sacaron al público cinéfilo para solicitar su apoyo, pues contrario a lo que se pudiera pensar, por los premios internacionales que las cintas de sus egresados, el presupuesto ha ido cuesta abajo, llegando a la preocupante cifra de 57% de recorte autorizado por el gobierno de Enrique Peña Nieto. Una realidad poco alentadora, no sólo para la escuela de cine del Estado mexicano, sino para toda la industria cinematográfica nacional.
Por otro lado, el anuncio de que la Lotería Nacional celebró un convenio con el Senado de la República para festejar, con un billete conmemorativo “El Día Nacional del Cine Mexicano”, decisión que aparentemente trae consigo una serie de medidas para beneficiar a nuestra cansada industria del celuloide.
Sobre el documental “El hombre que vio demasiado”, hay tres aspectos elementales que se deben considerar, si desea usted verla en la pantalla grande.
El primero es el recorrido de la cinta por festivales de prestigio y su consolidación en el gusto de quienes hemos tenido la posibilidad de verla. En su presentación en el de Cine de Morelia, gozó de gran aceptación y en verdad que tuvo comentarios muy favorables.
El segundo aspecto a considerar es la historia que nos cuenta, pues para los amantes del periodismo, resultará ilustrativa y hasta ejemplar, pues nos cuenta las experiencias de Enrique Metinides, un reportero de nota roja, que decide expandir la gama de experiencias, que va más allá del periodismo cotidiano, para convertirse en un análisis bastante profundo de las condiciones sociales que hoy en día vive la Ciudad de México y en general el país.
Finalmente, la estética visual, que explora las redacciones de los periódicos y los espacios urbanos de nuestra gran ciudad, haciendo especiales pausas gráficas en fotografías que por sí solas nos cuentan historias independientes.
Es pues una cinta digna de recomendación, que estoy seguro no le va a decepcionar.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o regístrese en www.facebook.com/CinematografoCeroCuatro/ para recibir información del séptimo arte nacional e internacional.