“Fantasmas del pasado”, una película que deja una deuda al espectador

Por Héctor Trejo S. columnista de Radiografía Informativa.

En vista de que el estreno más sonado para esta semana es “La bella y la bestia”, cinta que me pesa mucho analizar por su carácter predecible y meloso en grado sumo, les dejo algunas reflexiones sobre otro filme que no me convenció, porque no termina de cumplir en materia narrativa, ni en el plano del trabajo actoral, me refiero a “Fantasmas del pasado” (Personal Shopper), una coproducción francesa alemana.

El filme que participó en el Festival de Cine de Cannes, lo cual auguraba un largometraje de calidad, se queda en un truncado intento de cine de suspenso con destellos de urbanidad.

Y es que para ser sinceros, la cinta dirigida por el francés, Olivier Assayas (“Clouds of Sils Maria”) carece de solidez en dos aspectos esenciales para el buen desarrollo de una película, en primer término, el argumento. Porque nos va presentando de a poco, pistas que nos permitirán entender los motivos de las acciones de Maureen (Kristen Stewart), y cuyos elementos a la mitad del filme ya nos develaron  todo los que necesitábamos para saber lo que sucederá en los minutos finales.

El filme narra la historia de esta compradora personal –extraña ocupación-, que trabaja para una modelo y quien perdió a su hermano mellizo. El fallecido de nombre Louis hizo un pacto antes de su partida para saber si existe el más allá. Dicho pacto obliga al primero que muera a volver para contactar al otro. Es ahí donde surgen los problemas, tanto en el argumento como entre los personajes.

En esta parte entra de lleno la otra deficiencia de la cinta, que inmiscuida en un rito casi aletargante, no nos quita de la pantalla a Kristen Stewart, quien parece ser un elemento más de todos los aspectos del filme, lo cual, más allá de inyectarle protagonismo que quizá quiso imprimirle Assayas, la pone en evidencia, pues nos muestra la falta de pericia para un personaje de esa índole.

El resto de la película resulta poco menos que un exceso, pues a mi entender, sin los últimos 20 minutos (de los 105 que dura en total), la historia nos sigue contando lo mismo.

Un filme poco recomendable, aunque habrá a quienes les guste que les adelanten el final antes de que termine la cinta. Si fuera el caso, entonces sí va a disfrutar de ella.

Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o regístrese en www.facebook.com/CinematografoCeroCuatro/ para recibir información del séptimo arte nacional e internacional.

 

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