Festejos de San Sebastián atraen a miles de visitantes a Teotihuacán.

Teotihuacán, Edomex.- La comunidad de San Sebastián Xolalpa, perteneciente al municipio de Teotihuacán, Estado de México, celebre desde hace ya varios años al santo patrono “san Sebastián” con una gran fiesta que empieza desde el día 10 de enero con un novenario, posteriormente, el día 19 se hace una fiesta para recibir a las imágenes de los santos de aproximadamente 30 comunidades aledañas. El recibimiento de estas imágenes se hace con música, ya sea banda o mariachi, además de danzas tradicionales como la de “moros y cristianos” y danzas prehispánicas realizadas por grupos regionales.

Posteriormente, el día 20 de enero se realiza la veneración de San Sebastián “La fiesta grande”, como le llaman, este día realizan un baile y se presentan diversos grupos musicales. El día 22 se hace la tradicional quema de castillos, un espectáculo de pirotecnia que dura alrededor de 60 minutos ininterrumpidos; es por estos juegos pirotécnicos que la celebración se ha hecho famosa en toda la región del Valle de Teotihuacán. La fiesta termina el día 29 de enero con el retiro de las imágenes a las comunidades.

Aunque no se tiene una fecha clara del inicio de esta tradición, uno de los mayordomos nos indica que “El señor Porfirio Rodríguez fue uno de los iniciadores que comenzaron a sacar la imagen de la iglesia para hacer un recorrido por las calles del pueblo para festejar el onomástico de San Sebastián, ahí empezó esta tradición a la que se fueron sumando más personas año con año, hasta ser hoy en día una de las más importantes de toda la región de Teotihuacán”.

La celebración de San Sebastián atrae a más de 10 mil personas, principalmente el día 19 y 22 de enero, para lo cual un total de 24 mayordomos se encargan de la preparación de los festejos y alimentar a todos y cada uno de los visitantes de manera gratuita.

Para salvaguardad la integridad de los miles de asistentes a esta fiesta patronal, el alcalde de Teotihuacán, Lic. Arturo Cantú Nieves, dispuso en esta ocasión, un total de 30 elementos de la policía municipal para vigilar, orientar y ayudar a los asistentes “Como ustedes verán, estamos muy cerca de la zona arqueológica, por lo que cientos de turistas aprovechan para venir al festejo de San Sebastián, es por eso que los policías municipales no sólo están para vigilar, sino también para informar y guiar a los visitantes que se acercan hasta este punto”, aseveró Cantú Nieves.

Asimismo, dijo que la administración que él encabeza es respetuosa de este tipo de actividades y las apoya dado que conservar las tradiciones es un punto fundamental para que las nuevas generaciones se sientan orgullosos de su historia.

Finalmente el alcalde aclaró que para el día 22 de enero hay una estrecha colaboración entre la mayordomía, Protección Civil municipal y la SEDENA para controlar la quema de los juegos pirotécnicos y así evitar accidentes entre los espectadores de este gran espectáculo.

San Sebastián Mártir es un Santo de la Iglesia Católica y Ortodoxa, fue un soldado del Ejercito Romano y del Emperador Diocleciano, Sebastian fue nombrado jefe de la primera cohorte de la guardia pretoriana imperial.
Nacido en Narbona Francia en el año 256, fue educado en Milán; cumpla con la disciplina militar pero no participaba en los sacrificios ya que el era Cristiano bajo el desconocimiento del Emperador. En su labor de cristiano, ejercitaba todo el apostolado entre sus compañeros, visitaba y alentanba a otros cristianos encarcelados por causa de su religión. Fue descubierto y denunciado con el emperador Maximiano, quien lo obligó a decidir entre ser soldado o seguir a Jesucristo. El decidió seguir a Jesucristo pero fue amenazado de muerte por el Emperador , pero Sebastián con su infinita fe siguió con su firme desición de seguir a Cristo, el emperador enfurecido lo condeno a muerte.
Los soldados del emperador lo llevaron al estadio, lo desnudaron, lo ataron a un poste, y lanzaron sobre él una lluvia de flechas, dándolo por muerto. Sus amigos se acercaron , al verlo todavía con vida, lo llevaron a casa de una noble cristiana romana llamada Irene, esposa de Cástulo, que lo mantuvo escondido y le curó las heridas hasta que quedó restablecido.
Sus amigos le aconsejaron que se ausentara de Roma pero se negó rotundamente. Se presentó ante un emperador desconcertado, ya que lo daba por muerto, y le reprochó enérgicamente su conducta por perseguir a los cristianos. El emperador Maximiano mandó que lo azotaran hasta morir y los soldados cumplieron esta vez sin errores la misión, tirando su cuerpo en un lodazal. Los cristianos lo recogieron y lo enterraron en la Vía Apia, en la célebre catacumba que lleva el nombre de San Sebastián.

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