Por Dioreleytte Valis, Agencia Informativa del CONACyT.
Tuxtepec, Oaxaca.- El Ingeniero José Luis Meneses González, egresado del Instituto Tecnológico de Tuxtepec, desarrolló un proyecto que permite el diseño y fabricación de prótesis de manos y brazos mediante impresión tridimensional (3D), para ayudar principalmente a menores de familias de bajos recursos.
A través de una incubadora de proyectos, el joven ingeniero obtuvo financiamiento del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) para adquirir dos impresoras 3D, que son el equipo principal que emplea para la manufactura de las piezas.
La ventaja del uso de prótesis creadas a través de la impresión 3D es su bajo costo, que fluctúa entre dos mil y cinco mil pesos, que es accesible para personas de bajos recursos. En contraste, una prótesis fabricada por métodos convencionales tiene un precio mínimo de 15 mil pesos, que puede elevarse hasta 100 mil cuando son importadas.
Aunque las prótesis desarrolladas por Meneses González las puede utilizar cualquier persona, resultan ideales para niños, debido a que su etapa de crecimiento demanda su constante reemplazo y ajuste.
Egresado de ingeniería en electrónica, Meneses González ha invertido su tiempo en estudiar de forma autodidacta diseño industrial, con la finalidad de enriquecer su conocimiento en la fabricación y diseño de las piezas. Es parte también de la comunidad E-Nable que se dedica a brindar apoyo con prótesis de impresión 3D, y ha recibido colaboración por parte de asociaciones como Choca esos 5, de Colombia.
La fabricación de la prótesis de mano requiere poco más de dos semanas. Las medidas de la extremidad pueden obtenerse mediante un molde en yeso, o si se trata de un beneficiario a distancia, por medio de fotografías en donde se muestren las longitudes con una cinta métrica. El diseño virtual de la prótesis se ejecuta en programas como Autocad o Inventor, para continuar con la fase de impresión 3D que tiene una duración de 48 horas, en promedio, dependiendo de la complejidad de las piezas. El armado o ajuste final de la prótesis también lleva un par de días, detalló el ingeniero Meneses González.
El proceso para fabricar una pieza de cualquier índole consiste en realizar el diseño asistido por computadora, el cual indica las coordenadas que funcionan mediante codificación digital, y es así como el modelo plasmado en la computadora se traduce a ese código. La impresora recibe las coordenadas y crea las piezas mediante el uso de una extrusora, el engrane pasa una boquilla caliente y derrite el plástico que, finalmente, después de unas horas se convierte en la pieza diseñada.
El filamento a base de plástico utilizado en las impresoras 3D, particularmente para la fabricación de prótesis, es el ABS o PLA. Otros materiales que exige su manufactura son los tensores transparentes, los cuales hacen la función de tendones, el velcro para el ajuste de la prótesis e hilos resistentes como el de cáñamo. También se puede incorporar robotización a la prótesis mediante sensores de movimiento muscular, en donde al momento de detectar un cambio de presión en la extremidad, el circuito integrado detecta la señal e inicia la actuación de los dedos.
Finalmente, el ingeniero Meneses González comentó que continúa trabajando en la vinculación del proyecto con asociaciones y centros médicos que requieran este tipo de asistencia. Para concluir, él lamenta que en México son pocos los voluntarios o makers en comparación con la demanda de prótesis para personas que resultan afectadas de sus miembros por pérdida de movilidad o amputación.
CONTACTO: Ingeniero José Luis Meneses González
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