Por Héctor Trejo S. columnista de Radiografía Informativa
Un relato difícil, por lo complejo de los temas y por el nivel de machismo que desborda la película, a lo largo de sus 98 minutos de duración, es “La Bicicleta Verde” (Wadjda, Arabia Saudita, 2013), cinta que se ha convertido en el parteaguas del cine saudita, pues representa el debut de Haifaa al-Mansour, una mujer como directora, algo que jamás había ocurrido en aquella cinematografía.
Si bien, el filme, que se estrena esta semana en nuestro país, es un tanto lento en su narrativa y todo acontece de a poco, es uno de esos largometrajes que cuentan hasta el más mínimo detalle de los personajes y en donde todo lo que aparece a cuadro es información del perfil de cada uno de los involucrados en la historia.
En términos generales, la película narra las aspiraciones Wadjda, una niña de 10 años que vive en Arabia Saudita, una pequeña destacada en sus estudios y en el trabajo religioso dentro de la escuela, cuyos padres tienen serios problemas, por la falta de un hijo varón en la familia.
Wadjda (protagonizada por la niña Sultan Al Assaf), se enamora de una bicicleta verde, pasatiempo permitido únicamente para los hombres, lo que le provoca muchos problemas y entorno a lo cual gira toda la problemática del filme, destacando el alto nivel de machismo que la directora retrata, haciendo alusión a algunas vivencias que tuvo en su infancia.
Un relato revelador, que tiene mucho de superación, aún en aquella parte del mundo, en donde la sociedad resulta tan conservadora y tradicionalista.
En materia técnica, “La Bicicleta Verde” parece un buen ejercicio cinematográfico, pues cuando menos la fotografía, nos describe a detalle el entorno, fungiendo como el ojo curioso, que quienes vivimos en la sociedad occidental, tenemos que agradecer, por la detallada captura de cada uno de los elementos visuales.
El trabajo histriónico, permite apreciar con calidad ese delicado relato minimalista de la sociedad árabe, que una madre y su hija nos quieren contar, sin detenerse –mucho- en los conflictos sociales que en aquel país acontecen.
En resumidas cuentas una película bastante recomendable, que si usted puede dejar de lado el preconcepto de que el cine de arte es aburrido, seguramente la va a disfrutar.
Solo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias, escríbame al correo electrónico [email protected] o ingrese al sitio web www.inter-medios.jimdo.com