Los cantantes-actores más destacados del cine nacional (Tercera parte)

Por Héctor Trejo S. columnista de Radiografía Informativa

Otro de los actores que también hicieron carrera en el mundo de la música es sin duda, el gran cómico Germán Genaro Cipriano Valdés Castillo, mejor conocido como TinTan, quien nació el 19 de septiembre de 1915 en el centro de la Ciudad de México, segundo de una familia de nueve hijos, cuya abuela era de origen italiano, aunque nacida en Brownsville, Texas.

Su padre fue agente aduanal y por su trabajo llevó a la familia del centro al sur y luego al norte, donde se avecindaron un buen tiempo, teniendo como sede Ciudad Juárez Chihuahua y el Paso Texas, situación que insidió de manera determinante en su vida histriónica y musical.

Integró una mancuerna actor-director muy sólida y por ende muy prolífica con el director y guionista, Gilberto Martínez Solares, con quien consiguió sus mejores filmes, aunque como comenta Fernando Figueroa, “también los peores”[1].

Para TinTán el camino al estrellato no fue nada sencillo, si bien tuvo una formación empírica en materia histriónica, pues comenzó su carrera en el asunto del espectáculo como locutor y, ese oficio le permitió realizar doblaje para Walt Disney y también musicalizar una parte importante de la película “El libro de la selva” (1968), dirigida por Wolfgang Reitherman, donde diera voz al oso Balú. Quién no recuerda la gloriosa canción Busca lo más vital:

Busca lo más vital nomas

Lo que es necesidad nomas

Y olvídate de la preocupación

Tan solo lo muy esencial

Para vivir sin batallar

Y la naturaleza te lo da

Doquiera que vaya

Doquiera que estoy

soy oso dichoso soy oso feliz

la abeja zumba siempre así

porque hace miel solo para mi

y las hormigas encuentro bien

y saboreo por lo menos 100

(Del primer lengüetazo)

(Tu comes hormigas?)

(claro hasta sin sal me gustan pican más sabroso que la pimienta)

(mogli, cuidado)

TinTan Se convirtió en un cómico multifacético, que consiguió con el personaje de Pachuco divertido y dicharachero generar opiniones encontradas acerca de su trabajo, si bien era el eje rector de su carrera, el lenguaje pocho –en el mejor sentido de la frase- le trajo grandes seguidores y un buen número de detractores también.

Participó en más de 100, de las cuales 36 fueron dirigidas por Martínez Solares, que probablemente fueron las más taquilleras, comenzando con “Calabacitas tiernas” (1948) y concluyendo, ya en plena decadencia con “Chanoc Contra el Tigre y El Vampiro” y “Las tarántulas”, ambas de 1971, de la mano del cineasta.

Sobre su presencia, vestimenta y lenguaje se dijeron muchas cosas y uno de sus seguidores incondicionales era el crítico, escritos, poeta… Salvador Novo, quien comentaba sobre sus variaciones del lenguaje:

“Fue un gran innovador y en sus primeras películas se le anunciaba de manera premonitoria: el desconcertante pachuco Tin-Tan. Y es que, efectivamente, en sus primeras apariciones generó un gran desconcierto”[2].

Pero entre los detractores aparecía una de las personalidades de la época, el gran José Vasconcelos, quien con una conciencia un tanto purista por el uso de la lengua castellana, denigró los constantes juegos de palabras del cómico, al grado de satanizar la gran mayoría de sus cintas. Para muestra un botón.

“No puede darse nada más incongruente, convencional y grotesco que las historias que le fabrican… Las películas de TinTan están pobladas de piernas desnudas y ombligos al descubierto, elementos que hablan también a las más bajas pasiones del espectador”[3].

Otra personalidad que tomó partido a favor del cómico fue José Revueltas, quien consideraba como una aportación a la cultura popular mexicana sus variaciones, ante lo cual se expresaba de una manera más cordial, aunque totalmente lleno de expectativas por el tema.

“Me interesó vivamente a causa de su fenómeno de interlocución con el mexicano del otro lado. Como yo había visto eso con prejuicios, me sirvió para comprender mejor el problema idiomático por lo cual me parecía muy bien la introducción de esa corriente, no debido a una actitud conservadora respecto a las tradiciones lingüísticas del español, sino porque me resultaba necesario hacer frente a esa psicología del lenguaje”[4].

En el mundo musical, se convirtió en un referente, cantando desde lentas y cadenciosas canciones románticas acompañado de los tradicionales tríos, hasta canciones jocosas donde se burlaba de los personajes populares del México de aquellos años.

El panadero con el pan

el panadero con el pan

el panadero con el pan

el panadero con el pan

tempranito va y lo saca

calientito en su canasta

pa salir con su clientela

por las calles principales

y también la ciudadela

y después a los portales

y el que no sale se queda

sin el pan para comer.

Fue en resumen, uno de los personajes que transmitió un aporte duradero a la cultura popular mexicana a través de sus personajes en pantalla, pero también abonó al campo de la cultura popular por medio de su música, de la cual dejó un gran legado.

Un caso especial en la cantada entre los actores es el de Mario Moreno ‘Cantinflas’, quien consiguió una gran carrera histriónica, aunque su música fue mero trámite guionístico, pues su voz no daba para interpretar, aunque con el paso del tiempo y la pérdida de frescura y calidad de sus filmes, tuvo que hacer uso de ese recurso de manera más frecuente.

De igual forma, un personaje que destacó por su notable creatividad en el mundo de la actuación, pero también por sus grandes dotes de músico compositor fue el guanajuatense, Joaquín Pardavé, quien trabajó en teatro de zarzuela, el cine, la televisión y por supuesto, componiendo música, con joyas de la música popular mexicana como “Negra consentida”:

Noche, noche, te llama el amor,

noche, noche, tu eres una flor,

que en la noche de amor

te canta el trovador…

Negra,

negra consentida

negra de mi vida

quien te quiere a ti?

Mira,

mi alma adolorida

negra consentida

tan solo por ti…

El suyo, es un caso muy especial, porque Pardavé también se consolidó en el mundo del cine por un personaje que dejó huella en todo aquel fanático del cine mexicano, “El baisano Jalil” (1942), nombre que también diera título a un filme.

Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o ingrese a www.facebook.com/CinematografoCeroCuatro/ para recibir más información del séptimo arte nacional e internacional.

[1] Figueroa, F. (2015). Periódico El Universal: Suplemento Confabulario. Retomado de http://confabulario.eluniversal.com.mx/el-pachuco-vs-el-peladito/

[2] Fronteras: Revista del diálogo cultural, Número17.

[3] Vasconcelos, J. (1950). Retomado de http://www.sopitas.com/site/239074-recordando-a-tin-tan-a-40-anos-de-su-partida/

[4] Ídem.

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