Una vez más, la falta de transparencia y uso discrecional en el manejo del dinero público y las decisiones del instituto Nueva Alianza Estado de México, evidencian la corrupción y falta de liderazgo de Mario Alberto Cervantes Palomino, el dirigente secuestrador de ese instituto político.
Toluca, EdoMex.- Entrada la efervescencia política electoral por la próxima renovación de la gubernatura del estado de México, casi todos los partidos políticos están realizando trabajos ordinarios de organización con sus militantes, mostrando el músculo político y perfilando hacia donde caminarán y con quiénes, en 2023.
Sin embargo, es Nueva Alianza un partido hundido en la opacidad del manejo de los recursos públicos y la inoperatividad política, gracias a la mediocridad de su dirigente, Mario Cervantes Palomino, quien no tuvo la capacidad de articular un proyecto municipal para la elección extraordinaria de Atlauta este 2022, como quedó demostrado al no presentar registro de candidatura para ese municipio, a pesar de contar con varios meses –desde junio del 2021 en que se declaró no válida la elección ordinaria, hasta abril de 2022 en que cerró el plazo para registro de candidaturas ante el Instituto Electoral del Estado de México.
La mediocridad y mezquindad de Mario Cervantes Palomino es tal, que prefirió que Nueva Alianza Edomex no participara en la elección extraordinaria de Atlauta, en lugar de sumarse a sus aliados de junio de 2021 –Morena y el PT- con quienes cada vez más hay una distancia que perfila una ruptura, la cual podría aprovechar el Partido Revolucionario Institucional para convencer al priista Mario Cervantes Palomino de que el instituto turquesa camine con el PRI en la elección de 2023 por la gubernatura mexiquense.
Este manejo ineficaz en términos políticos que ejerce Mario Cervantes Palomino del instituto turquesa, se ahonda con la opacidad con que maneja los recursos públicos que el IEEM le asigna a Nueva Alianza Edomex, como lo son los 51 millones 198 mil 878 pesos asignados como prerrogativas para este 2022.
Esos recursos públicos, generados con los impuestos de todos los mexiquenses y que se asignan a Nueva Alianza Estado de México para sus actividades ordinarias y extraordinarias como instituto político, simplemente no son transparentados ni a los militantes turquesas ni a los mexiquenses. No se sabe en que se gastan esos recursos, no se sabe dónde está el dinero ni quiénes son los beneficiarios de ese dinero público.
Así de opaco es el manejo de las finanzas en la dirigencia estatal que encabeza formalmente Mario Cervantes Palomino, pero donde las decisiones políticas y operativas las realmente ejerce su hijo, Mario Cervantes Montero.
Esa dupla, cuyo origen político es el PRI, está hundiendo al proyecto turquesa en la inoperatividad electoral, en plena efervescencia política rumbo a Edomex 2023.
Después del secuestro de las instalaciones y del emblema de Nueva Alianza Edomex, los Cervantes sólo se han quedado con los recursos públicos asignados al partido turquesa, más de 51 millones de pesos que no transparentan su uso, pues queda claro que no tienen ni la capacidad ni el liderazgo para hacer política de alto nivel, como exige la antesala de la renovación de la gubernatura mexiquense en 2023.