Ciudad de México.- La Procuraduría General de Justicia capitalina integró los indicios de prueba correspondientes contra una mujer, de 39 años de edad, que quedó vinculada a proceso por un Juez de Control y fue internada en el Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla, y un hombre, de 45 años, que ingresó al Reclusorio Preventivo Norte al solicitar la duplicidad del término constitucional para resolver su situación jurídica, pero con prisión preventiva como medida cautelar. Siete menores, hijos de la imputada, quienes presuntamente eran obligados a vender narcóticos, están bajo resguardo en la Agencia 59 del Menor hasta que se determine su canalización.
En el caso de la imputada, la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Niños, Niñas y Adolescentes expuso los indicios de prueba ante el Juez de Control adscrito a la Unidad de Gestión 5, quien la vinculó a proceso, imponiéndole prisión preventiva justificada como medida cautelar, y dio tres meses para el cierre de investigación, por los delitos contra la salud en su modalidad de narcomenudeo hipótesis de posesión con fines de comercialización y corrupción de personas menores de edad agravado.
Para el varón, la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Narcomenudeo judicializó la carpeta de investigación ante el mismo Juez de Control, quien le impuso prisión preventiva como medida cautelar, tras solicitar la defensa la ampliación del término constitucional para resolver su vinculación a proceso, por los mismos cargos.
En ambos casos, el Juez de Control declaró legal la detención realizada por elementos de la Policía de Investigación (PDI) adscritos a la Dirección General de Inteligencia, en una acción conjunta de ambas fiscalías centrales, en la explanada de un teatro ubicado en la esquina de Eje Central Lázaro Cárdenas y calle Mina, colonia Guerrero, delegación Cuauhtémoc.
En una de las bancas fueron localizados los imputados, ella sentada y él de pie cargando una mochila, y alrededor de ellos siete niños. En ese momento, el adulto entregó a uno de los menores, de cuatro años de edad, una bolsita de plástico con vegetal verde y le indicó que la llevara a dos jóvenes que se encontraban a escasos dos metros de distancia, quienes al recibir el enervante se retiraron.
Al percatarse de la presencia de los investigadores, el imputado caminó hacia otra banca con la mochila, por lo que la mujer le ordenó a uno de los pequeños recoger la petaca y la llevara a su casa, pero antes de que lo consiguiera los elementos de la PDI solicitaron a la imputada la revisión de la maleta y, tras argumentar que contenía artículos personales, la abrió para sacar un rollo de papel sanitario en cuyo centro llevaba dos bolsas de plástico transparente con vegetal verde a granel. También mostró otras 26 bolsas y varias dosis sueltas.
Estos indicios fueron entregados para su análisis a peritos en química, quienes determinaron que se trata de 239.9 gramos de Cannabis sativa, conocida comúnmente como marihuana y considerada como estupefaciente por la Ley General de Salud.
En tanto, dos de los menores portaban, cada uno de ellos, una mochila colgada al pecho con dos envases de plástico con líquido transparente que, tras su estudio pericial, se dictaminó que es hidrocarburo aromático de tolueno, a partir del cual se obtienen derivados.