Por Héctor Trejo S. columnista de Radiografía Informativa.
Por encima de los buenos resultados en la taquilla mexicana que ha tenido -al recaudar 44 millones 263 mil 102 pesos del 6 de enero a la fecha- y que responden más a la dinámica de asistencia que los espectadores tienen en las salas cuando existen películas del género de terror, que a su calidad, “Ouija”, protagonizada por Olivia Cooke y Daren Kagasoff, es una de las opciones en la cartelera mexicana.
El filme que se colocó en el primer lugar de las listas taquilleras en México, marca el debut como director de Stiles White, quien demuestra su falta de pericia al presentarnos una historia sumamente predecible, que se vale de viejos trucos para intentar inmiscuir al espectador en un estado de miedo constante, situación que por cierto, no consigue.
La cinta nos cuenta, prácticamente paso a paso y haciéndonos imaginar lo que está por suceder, la historia de un grupo de amigos que deben enfrentar sus miedos más aterradores cuando, sin desearlo, entran en contacto con un poder oscuro del más allá, atraído por la famosa tabla esotérica.
Uno de los problemas más destacados de este filme es que no hay en ella nada que sorprenda al espectador ni que ataque su mente, al grado de que podría considerarse una película hecha para adolescentes, sin ofender a los mismos.
Y es que cuando se tienen presupuestos escasos, se deben buscar las estrategias narrativas para salvar la situación financiera. Para muestra hay muchos botones, “El proyecto de la bruja de Blair” (1999) y “Actividad Paranormal” (2007) son solo algunos, que con bajos presupuestos inyectan ese terror psicológico en el espectador.
Los puntos que pueden resultar apreciables de esta cinta es el trabajo en la producción de Michael Bay y la actuación de Olivia Cooke, quien ha encajado en personajes del mismo corte como anillo al dedo, aunque la poca determinación de su director, opacan el buen desempeño histriónico de la chica oscura del cine hollywoodense.
En resumidas cuentas, una cinta predecible que probablemente lo haga brincar algunas veces de su butaca, aunque al final deja un sentimiento de inconformidad al espectador.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o ingrese al sitio web www.inter-medios.jimdo.com