Ciudad de México.- Durante su comparecencia con los integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores, el canciller Luis Videgaray Caso afirmó que si la construcción del muro tiene consecuencias que puedan violar el derecho internacional, “no nos vamos a quedar de brazos cruzados, rechazamos este acto no amistoso y tomaremos las acciones jurídicas necesarias ante las instancias internacionales”.
Agregó que se está destinando un número importante de recursos humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores para preparar la defensa jurídica ante los diversos panoramas, conforme al derecho internacional.
Reconocemos en EU un Estado soberano, pero si la construcción del muro o cualquier otra cosa viola tratados limítrofes, ambientales, regulación de derecho internacional en cualquier materia, vamos actuar de manera oportuna; agotaremos todo esfuerzo ante instancias internacionales, incluidas las cortes estadounidenses.
Detalló que en derecho ambiental, esta barrera podría afectar diversos tratados de límites, ya que evitaría la distribución equitativa de aguas del Río Bravo y el Río Colorado.
En derechos humanos, existirían violaciones en la propiedad privada, la cultura, la no discriminación, “pero esto se configuraría a partir del acto concreto de la construcción, en virtud de que esto no ha ocurrido, y cualquier intento de acción jurídica carecería de elementos aprobatorios en este momento”.
Por otra parte, informó que en mayo el Ejecutivo presentará un conjunto de modificaciones a ordenamientos de carácter administrativo, en el ámbito de su competencia, para facilitar la repatriación de los mexicanos y sus patrimonios.
Esto incluye facilitar la apertura de cuentas bancarias, que en la actualidad es compleja, así como la repatriación de vehículos y la salvaguarda de inmuebles de los connacionales.
Respecto al Tratado de Libre Comercio, dijo que “si vamos a ir a la imposición de aranceles de cuotas o de cosas que restrinjan la libertad del comercio y el acceso de los productos mexicanos manufactureros, agrícolas y de servicios prestados a Estados Unidos, no tenemos por qué aceptarlo, ni lo vamos a aceptar”.
“No vamos a aceptar cualquier tipo de renovación del Tratado de Libre Comercio; preferimos, en todo caso, abandonar el tratado que tener una mala negociación y en eso hemos sido claros”, aseguró.